LIMPIEZA DE RULEMANES (RODAMIENTOS)
Introducción:
Aún cuando tus patines tengan rulemanes blindados, están muy expuestos a la suciedad del suelo que ingresa por los intersticios entre el blindaje y las carcasas. Esta suciedad se adhiere al lubricante dentro del rulemán por lo que una vez que ingresó, las bolillas y jaula giran entre esa mezcla de lubricante e impurezas, volviendo al rulemán más lento. Además, la suciedad es la principal causa del daño abrasivo de los rulemanes, que lleva a la reducción de su vida útil. Es por eso que limpieza y lubricación son muy importantes.
Si los rulemanes son nuevos, probablemente no tengas que hacerles nada por lo menos por 6 meses. Luego, dependiendo del uso, si las ruedas se sienten trabadas o al girarlas se sienten vibraciones o ruido de metal rozando sobre metal, es hora de limpiar los rulemanes.
Nota: Ver también referencias técnicas de rulemanes en la sección QUÉ Y CÓMO COMPRAR
Extracción:
Luego de sacar las ruedas de los ejes, quitá los rulemanes de las ruedas usando un extractor de rulemanes.
Esta herramienta asegura que la tarea de sacar y volver a colocar los rulemanes en las ruedas se realice en forma correcta.
Muchos tienen la no muy sana costumbre de extraerlos trabando el rulemán en el extremo del eje y tirando y forcejeando de la rueda hasta sacarlo. Haciendo esto, corrés el riesgo de dañar la rosca del eje o la rueda (deformando su alojamiento interno). Por esto, recomendamos tener o pedir prestado un extractor de rulemanes. Una buena práctica es que entre todos los patinadores compren un extractor para el club y que quede a disposición del que lo necesite.
Blindajes: Si los rulemanes son semiblindados o sin blindajes, podés proceder a limpiarlos directamente. Si por el contrario, los rulemanes son blindados a ambos lados (doblemente blindados), será conveniente quitarles UNO de los blindajes para poder limpiarlos y lubricarlos adecuadamente. Los rulemanes doblemente blindados pueden ser de dos tipos:
Si este fuera el caso, quitá el aro con la ayuda de un alfiler o elemento puntiagudo. Nota que el aro tiene un ángulo agudo en cada extremo. Será mucho más fácil liberar el aro desde el extremo que tiene el ángulo agudo hacia adentro del rulemán. Si ambos lados del rulemán tuvieran este tipo de blindaje, quitá los dos para facilitar la limpieza. Cuidado: Los blindajes finitos y si se doblan pueden dañarse al punto que no se pueden volver a utilizar!
2) Con blindajes fijos: En este caso deberás decidir si quitar uno de los blindajes o no ya que para quitarlo es necesario romper el blindaje, y el mismo se daña de forma que no se puede volver a utilizar.
Hay quienes recomiendan no tocar los blindajes y proceder a la limpieza y lubricación con los blindajes puestos. Pero al no tener acceso al interior del rulemán, es muy difícil sacar la suciedad y nunca sabrás que tan limpio o que tan bien lubricado se encuentra.
Por nuestra experiencia, la mejor solución es quitar uno de los dos blindajes. Aunque de esta manera estarás sacrificando el blindaje, esto permitirá limpiar y lubricar el rulemán adecuadamente.
Para quitar el blindaje, deberás introducir la punta de una tijera o un destornillador pequeño en el espacio que hay entre el blindaje y la carcasa interior del rulemán. Dado que el espacio es muy pequeño, es normal que el blindaje se doble y se dañe. Luego basta hacer palanca y tirar con el mismo elemento para quitar el blindaje. No es necesario hacer mucha fuerza ya que los blindajes son finos y se doblan fácilmente.
Cuando los blindajes son fijos, sólo deberás quitar uno de los dos blindajes ya que de sacar ambos, el rulemán quedará sin protección alguna para prevenir la entrada de suciedad.
Sobre el líquido de limpieza a utilizar:
Cualquier líquido que se use para limpiar rulemanes debe tener las siguientes propiedades:
- Debe disolver el aceite o grasa del rulemán para poder removerlos
- No debe dañar al rulemán durante el proceso (Nunca usaríamos un agente corrosivo de acción rápida como un ácido)
- No debe dejar residuos de agentes corrosivos que puedan oxidar al rulemán a posteriori.
Además, debe ayudar a arrastrar las impurezas hacia afuera durante la limpieza, y en lo posible, minimizar los riesgos para la salud y el impacto con el medio ambiente.
Así, se puede usar cualquier desengrasante que cumpla estas funciones, incluyendo desengrasantes de cocina. Algunos recomiendan desengrasantes cítricos pero nosotros no los hemos probado. El punto es que cada desengrasante puede ser mas o menos efectivo para esta tarea (con lo que puede ser más o menos laborioso limpiarlos bien) y muchas veces no sabemos qué residuos puede dejar. Entonces, si no estamos seguros, cualquier desengrasante que se consiga en ferreterías o supermercados que funcione es válido, y si tenemos dudas que pueda dejar residuos, conviene terminar la tarea lavando los rulemanes con mucha agua para quitar cualquier residuo (SI, AGUA!). Pero es FUNDAMENTAL secar bien los rulemanes con un secador de pelo ni bien los lavamos, haciendo girar los mismos mientras los secamos, para asegurarnos que no quede NADA DE HUMEDAD dentro de los rulemanes.
Unos pocos minutos que los rulemanes estén con agua no los va a dañar, siempre y cuando nos aseguremos que queden bien secos al finalizar.
Con el solvente de ferreterías, no es necesario lavarlos con agua.
Verificación:
Sostener el rulemán con los dedos índice y pulgar desde el centro y hacerlos girar dándoles un impulso con el dedo de la otra mano. Cuando los rulemanes están limpios veremos que los mismos giran libremente y sin vibraciones durante varios segundos. Notarás que inclusive mínimas partículas de suciedad se sienten como vibraciones en los dedos. Si bien es difícil sacar todas las partículas limpiándolos en forma manual, estas se dejarán de sentir al lubricar los rulemanes.
Si alguna bolilla o la superficie de los canales de rodadura están deteriorados por desgaste abrasivo o corrosión, no podrá hacerse nada para repararlo. Pero según el grado de deterioro, podrás seguir usándolo por un tiempo más antes de reemplazarlo por uno nuevo. Llegado el caso, siempre los podrás reemplazar de a uno o conforme lo necesites.
Lubricación:
Asegurate que los rulemanes estén BIEN SECOS antes de lubricarlos. Si estuvieran en un lugar húmedo, podés ayudarte con un secador de pelo para secarlos bien. Así removerás la humedad antes de lubricarlos y te asegurarás que el lubricante llegue a toda la superficie de las bolillas, la jaula y los canales de rodadura, evitando la corrosión en el mediano plazo.
Recomendamos usar cualquier lubricante multiuso que se consigue en ferreterías.
Sin embargo:
NO recomendamos usar grasa ya que es muy espesa, se empasta fácilmente con la suciedad y el rulemán tiende a frenarse.
TAMPOCO recomendamos usar lubricante muy liviano o WD40 ya que no aguantan mucho tiempo dentro del rulemán.
Una vez que los rulemanes están secos, colocá 2 o 3 gotas de lubricante en el interior de cada rulemán y hacelos girar con los dedos para que el lubricante se distribuya alrededor de las bolillas, la jaula y los canales de rodadura. Dejá los rulemanes apoyados sobre un papel absorbente o servilleta durante algunas horas para escurra el excedente de lubricante.
Montaje:
Si los rulemánes tuviera blindajes removibles, recordá colocarlos en su lugar. El blindaje deberá estar en perfecta condiciones para asegurar que no toque la jaula de las bolillas.
Usá el extractor de rulemanes para garantizar la perfecta alineación de los rulemanes con el eje de la rueda.
El lado blindado de los rulemanes debe quedar hacia el exterior de la rueda.
Volver a colocar las ruedas en los ejes. Recordá que al ajustar la tuerca del eje, debe quedar un mínimo juego para asegurar que el rulemán no esté trabajando apretado y tienda a frenarse.
Recordá:
Los gases de solventes son tóxicos e inflamables, asegurate de manipularlos en un lugar bien ventilado y libre de llamas o cigarrillos encendidos.
Utilizá guantes para proteger la piel y gafas de seguridad para proteger los ojos de salpicaduras de solventes.
La limpieza de los rulemanes requiere limpieza en el solvente, lubricante, manos y área de trabajo. Una vez limpios, evitá tocar los rulemanes con las manos más de lo necesario.
Ante cualquier duda comunicate con nosotros.
1) Con blindajes removibles para mantenimiento: El tipo más común consiste en una cubierta sujeta en su posición por un aro metálico en forma de "c". Las siguientes figuras muestran el blindaje y el aro retenedor cuando son extraidos del rulemán.
Limpieza:
Dado que la suciedad se encuentra´mezclada con el lubricante, la única forma de limpiarlos en forma correcta es REMOVIENDO todo el lubricante y suciedad. Para esto debemos disolver el lubricante.
Nosotros recomendamos solvente que se vende en cualquier ferretería.
Utilizá guantes para proteger la piel y gafas de seguridad para proteger los ojos de salpicaduras de solventes.
Quitá la suciedad más grande de los rulemanes con trapo humedecido en solvente. Luego sumergí los rulemanes dentro de un recipiente con solvente y limpiá la suciedad del interior con la ayuda de un cepillo pequeño (cepillo de dientes viejo). Si los rulemanes tuvieran blindajes removibles, éstos también deben limpiarse junto con el aro retenedor.
Para una limpieza profunda: Luego de una primera limpieza con el cepillo de dientes, sostener el rulemán con los dedos índice y pulgar de una mano desde el centro y sumergirlo en el líquido de limpieza (nuevo) con el lado sin blindaje inclinado hacia abajo. Hacer girar el rulemán dándole impulsos con el dedo de la otra mano. Sostener el rulemán con el lado sin blindaje hacia abajo ayuda a que la suciedad se salga del interior del rulemán por gravedad. Notarás cómo a medida que el rulemán se limpia va comenzando a girar más libremente, deja de sentirse la suciedad en su interior y si el solvente está limpio, se ven las impurezas depositándose en el fondo del recipiente.
Se recomienda repetir la limpieza 2 o 3 veces seguidas, utilizando solvente limpio cada vez, para quitar la mayor cantidad de impurezas del interior del rulemán.